Con el tranvía AIR-LEBEN, no hay
un mal asiento en el. Este salón del cielo suspendido diseñado por Philipp
Divitschek gira 360 grados, de manera que cada pasajero tiene la misma
impresionante vista.
Para emoción añadida, ventanas
panorámicas pusieron corredores en el centro del escenario, todo desde la
comodidad de una cabaña de clima controlado.
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