El diamante
El sannyasi había llegado a las afueras de la
aldea y acampó bajo un árbol para pasar la noche. De pronto llegó corriendo
hasta él un habitante de la aldea y le dijo:
- “¡La piedra! ¡Dame la piedra preciosa!”
- “¿Qué piedra?”, preguntó el sannyasi.
- “La otra noche se me apreció en sueños el
Señor Shiva”, dijo el aldeano, “y me aseguró que si venía al anochecer a las
afueras de la aldea, encontraría a un sannyasi que me daría una piedra preciosa
que me haría rico para siempre”.